viernes, 23 de noviembre de 2007
Entre bótes i porrons, d'Eduard Puig Vayreda.
"La valua professional de Lluís Duran dins el món de la hostaleria i la seva influència en successives generacions de cuiners empordanesos és sobradament coneguda. Extraordinari cuiner i empresari de gran volada va situar la gastronomia empordanesa als nivells més alts de prestigi. Home de cultura francesa, coneixia molt bé el món de les confraries gastronòmoques, de moltes de les quals formava part.
La iniciativa de Lluís Duran es vincula a activitats encara recordades a la comarca com els concursos de croquetes, les festes dels platillos, la Chaîne des Rotisseurs, i el llançament del Vi novell, entre d'altres.
Promotor i entusiasta de la Confraria des que va sorgir la idea, l'entitat es pot dir que va néixer al seus establiments: el curset a l'Hotel President, les reunions al celler de ca la Teta... Malauradament, ja preconitzat com a mestre estimador de vitualles o Viander, una ràpida malaltia se'l va emportar sense que rebés la investidura del seu càrrec."
Poema a Dalí de Pilar Quiroga.
TOCADA PER LA TRAMUNTANA
FIGUERES ÉS BRESSOL DE GENIS
MUNDIALMENT RECONEGUTS
PEL SEU ART I EL SEU INGENI.
DALÍ, CRIATURA ESTRANYA
ENVEJAT I TAMBÉ ODIAT
HA ENTRAT DE PLÈ A L’HISTÒRIA
I HO HA FET PER LA PORTA GRAN.
L'HOTEL DURAN VA ÈSSER
PER A ELL LA SEGONA LLAR
S'ESTIMÀ LA CUINA,
LA MILLOR DE L’EMPORDÀ.
I AMB BARRETINA AL CAP VENÍA
AMB ESPARDENYES DE BETES CALÇAT
UNA CAPA A TALL DE REI
I EL BIGOTI REFILAT.
SI AQUEST CELLER PARLÉS
DE LES FESTES I REVETLLES
AMB LO BÓ I MILLOR DEL MÓN
AL VOLTANT D'UNES PAELLES.
ELS CLIENTS DE TOT ARREU
QUEDAVEN EMBABACATS
DE VEURE TAL PERSONATGE
I PODER TENIR-LO A L'ABAST.
EL PERSONAL DE LA CASA
AMB EN QUIMET AL SEU CAP
CUMPLIEN RELIGIOSAMENT
DEL GRAN ARTISTA EL MANDAT.
QUAL MARIT ENAMORAT
A LA GALA LI OFERÍA
UN SONOR PETÓ A LA MA
I UN NARDO QUE ELLA AGRAÏA.
AQUESTA CASA LI FA
UN HOMENATGE JOIÓS,
DEDICANT UN MENJADOR
A LA MEMÒRIA DEL PINTOR.
PILAR QUIROGA, ANY DALÍ-2004
sábado, 17 de noviembre de 2007
Salvador Dalí y la gastronomía.
Salvador Dalí creció en el seno de una família clásica ampurdanesa, lo que explica, en parte, su delirio por los placeres gastronómicos y también que de pequeño, manifestase reiteradamente su intención de dedicarse a la cocina.
En su mundo cosmopolita y universal, siempre se reservó un espacio para esta pasión por la cocina y la cultura del Ampurdan.
Entre el arte y la gastronomía hay también un vínculo importante: ambos se debaten entre la tecnica, la tradición y la innovación, y en el Ampurdan, por supuesto, entre el sentido común y el entusiasmo.
Por todo ello la gastronomía gerundense rindió su homenaje particular a Salvador Dalí, y lo hizo con un amplio abanico de menús dedicados al genio de l'Empordà, que se pudieron probar en diversos restaurantes de la zona, entre ellos su resturante favorito el Duran.
jueves, 15 de noviembre de 2007
Un elefante en la recepción.
Dalí, Pla y las mujeres.
Para Pla, aquello le parecía una “collonada” y así se lo hizo saber a Dalí. Ya en la sobremesa, Pla volvió a insitir sobre el tema y le preguntó a Dalí quien era aquella joven. Dalí le dijo que no lo sabia, pero que tenía un culo, en forma de pera, precioso para pintar. Y sin mediar palabra, se abalanzó sobre la joven como si quisiera besarla, pero le cogió una cereza de la oreja de un mordisco.
Pla, atónito, le dijo: “Home, Salvadoret, fots unes collonades, a més tothom sap que ets un impotent de tota la vida!".
Dalí le respondió: "Pla, no t'emprenyis d'aquesta manera perqùe tothom sap de tú que ets el rei de les putes!"
Sin inmutarse, Pla le argumentó que de la misma forma que acudía a un zapatero para unos buenos zapatos acudía a las profesionales para un buen sexo.
Se rieron todos y continuaron hablando hasta el atardecer.
Pel Juliol ni dona ni cargol!
Joan Duran y La Última Cena.
Al cabo de un tiempo Dalí nos informó que aquel torso estaba pintado en el cuadro “La Última Cena”, situado en la parte superior, sin la cabeza y mostrando, con los brazos abiertos, a Jesús y a los Apóstoles, sentados cenando. Este cuadro se encuentra en el National Gallery of Arf de Washington.
Iniciación del Museo Dalí.
El alcalde Guardiola se dirigió a él y le dijo: “elija un lugar y allí haremos el museo”.
Su amigo Lluís Duran se encargó del banquete de iniciación del Museo.
Las comidas de Dalí.
Prefería estos platos con salsa verde (aceite, vinagre, cebolla, pepinillo y huevo duro todo picado) y acompañados con patatas hervidas.
No le apetecían las ensaladas, aunque si las pedía, debían ser lavadas con agua y lejía. Las costillas de cordero con guarnición de patatas fritas o alcachofas rebozadas o setas en temporada, eran de su agrado.
Las tortillas a la francesa o con setas. Gambas y cigalas frescas a la plancha de las cuales sólo comía la cola. Salmonetes de roca a la plancha o fritos con ajo y perejil formaban parte de su menú, aunque seguramente los mejores pescados los comía en su casa de Port-Lligat.
De postre, aparte de la butifarra dolça que proponía a sus invitados, solía pedir todo tipo de fruta de temporada: uva moscatel de Llançà, melón, sandía, melocotones, albaricoques, nísperos, cerezas, etc.
Durante la construcción del Museo pasaba unos tres días a la semana en Figueres y pernoctaba en el hotel. Por la mañana solía hacerse preparar unas ciruelas hervidas con azúcar que las tomaba antes del desayuno como laxante natural.
Dalí en la mesa.
En la mesa de Dalí siempre había un ramo de nardos, su flor favorita, que siempre ofrecia a Gala antes de empezar a comer.
Aunque podía permitirse fantasías gastronómicas, siempre prefería platos sencillos y caseros. No miraba a la carta a la hora de pedir: preguntaba al maître qué había aquel día que fuese fresco y lo escogía rápidamente.
A Dalí no le gustaba lo que habia pasado por la nevera. Entonces las neveras eran armarios de madera que se enfriaban con barras de hielo. Posiblemente notaba en los alimentos aquel olor especial de delataba que habían sido conservados entre trozos de hielo.
Dalí bebía agua embotellada sin gas y apenas dos copas de vino de Rioja.
Limpiaba personalmente la fruta con el agua mineral que tenía para beber.
No le gustaba los cubitos de hielo en la fruta ni en las bebidas.
Llegado el momento de los postres, recomendaba a sus invitados la botifarra dolça. El mero hecho de pronunciar el nombre del plato causaba mucha curiosidad entre sus invitados. El resultado de la degustación no estaba a la altura de la expectación que creaba.
No tomaba ni cafés ni licores, sólo infusiones de poleo
El restaurante Duran era el restaurante de Dalí.
Entre Salvador Dalí y Lluís Duran, existía una estrecha relación de amistad y casi complicidad ya que se conocían de niños.
Como se fraguó la construcción del Museo. Su inauguración, los actos que Dalí organizaba en la ciudad y un sinfín de anécdotas divertidas que requerían la presencia de un restaurante, ahí estaba Duran.
Los apuntes que presentamos no quieren valorar a Dalí como gourmet sino que pretenden reflejar lo mas fielmente posible sus gustos culinarios, contados y vividos por testigos de primera mano: maîtres, camareros y cocineros que aún hoy están trabajando en nuestro restaurante y que sirvieron a Dalí en persona.